He prostituido a mis sentimientos
para así no nombrarte,
para olvidarme del tacto de tu cuerpo,
he vendido a mi sensatez
para emborracharme de tus mentiras,
aquellas que decías cuando me querías,
he ahorcado al tic-tac del tiempo
para que deje de recordarme el daño.
Se ha tensado la cuerda que unía mis pensamientos
para recordarme que nunca te tuve,
para decirme que no llore por lo que no tengo,
he roto el telar que forjaste con tus manos,
he apostado con cien verdugos
a que tu realidad era ficticia,
sé que ahora, no pierdo...
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