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26/5/14

Carga

Los nervios crecían cuando me perdía en sus ojos, temblaba en silencio al notar el tacto de sus manos sobre mi piel y saboreaba cada sílaba como si fuera el último trago de vida que me traspasaba la garganta...
Mirarle y perderme en mil imágenes tatuadas sobre su cuerpo, querer sentirle cerca rompiendo las barreras del cuando y del dónde y pasando por alto las normas de las maneras...
Sentir su boca rozando mis labios hizo que mi mente volara a la oscuridad más clara...

1 comentario:

  1. Uno se desvanece según sea el hálito conveniente del otro y dejarse embriagar de esa forma es como poner la vida en manos de otros. Un buen depósito si se confía demasiado en el prójimo y un mal asunto si piden comisión como los bancos, aunque sean los de la olmeda...Ya sabemos como les fue a aquellos que hay subiendo las cuestas de Torija desde las Inviernas. En los ochenta perdieron sus hojas, luego sus troncos y finalmente, depuestas sus armas vivas, se vieron arrastrados a una inexistencia miserable impresa en una tierra baldía y escurridiza. Nada es para siempre.
    BreveSaludoS :|´

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