Me he bebido el calendario, no he dejado día vivo para así no recordar de qué manera no estás conmigo, he luchado verso a verso con el delirio de pensarte, con las ganas de tocarte y la locura de no poder aparentarlo... He vaciado mi cuerpo de cada letra que formaba la palabra miedo para así, no torturarme por tus silencios, he recorrido el mar de las ilusiones abandonando a su suerte las pocas que me quedaban por no encontrar a una persona entre tanta gente, me he consumido como la ceniza de mi cigarro, escribiendo poesías en los bares donde no te he encontrado, he apagado la luz de los sueños, para así, no perderme en cada centímetro de tu cuerpo...
No es este el final de ningún cuento sino el inicio de aquello que siento pero no muestro, puede que por no querer, y diciendo eso es cuando miento, sé que ni puedo ni debo cuando digo que te quiero pero sé que lo siento y en ese momento vuelvo a echarte de menos.
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