Eres cuanto sueño, cuanto añoro y no tengo, a quien quiero sin tener que hacerlo, eres cuanto pienso, mas no te nombro, eres cuanto deseo pero sin tocarlo...
Es tu sonrisa la que se clava en mi pensamiento, son tus palabras las que pasan factura entre mis sueños, tus miradas aquellas que deseo... Hablar de ti es poner imagen a la realidad de un sueño, a la imperfección de lo perfecto, estar contigo es pasar por alto que avancen los minutos derritiendo mi tiempo, eres mis palabras en los silencios, la compañía ficticia que en la realidad no tengo, eres el final en un nuevo comienzo, sensualidad e inteligencia en aquello que sueño, eres la playa de mis inviernos, el arrecife donde nacen mis versos...
Eres lo habido y por haber en mis intentos de poesía, mis ganas de verte, mis ganas de escucharte, eres el trago más amargo que recorre, desde mi mente, el resto de mi cuerpo.
Eres las ocho letras que no digo, las dos palabras que componen un te quiero.
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