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7/3/12

Inconcluencias

Mi única arma es la pluma,
mi único escudo el tintero
donde cobijo mis palabras
mientras escribo lo que quiero.

Mi única fuente es la palabra,
me quedo en el intento de explicarla,
mi virtud es beber de la esperanza
que estas líneas me regalan.

Mis versos hoy huelen a nicotina
y en mis pulmones, llevo tallada la poesia.

Mi única luz es la luna,
aquella de la que a veces siento celos
por ser la que brilla en mis noches,
por ser más bonita que ninguna.

Mis únicos recuerdos están en mis versos,
mi único miedo está en mi cuaderno,
sentí frio en mis noches de invierno,
tallé soledades fingiendo un sentimiento.

Mis versos hoy huelen a nicotina 
y en mis pulmones, llevo tatuada la poesia.

Hago de mis imposibles crueles reproches
que se me disparan como balas de plata
en el silencio de mis noches
cuando apuesto al todo o nada.

Me sentí como una prostituta
cuando hallé desprecio en tus miradas,
me sentí acorralada, perdida,
cuando el alcohol bañaba tus palabras.

Hoy mis versos huelen a nicotina
y en mis pulmones, llevo tallada la poesía.

Me sentí libre entre mis letras,
sentí superar mis barreras
y cuando apenas sonó el tic-tac de ningún tiempo,
mi alma se sentía de nuevo abandonada.

Unas veces no sé si voy o si vengo,
si digo la verdad o tan sólo invento,
si quiero una historia real 
o prefiero el imposible de mi pensamiento.

Hoy mis versos huelen a nicotina
y en mis pulmones, llevo los intentos de poesia.

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