Ya perdí lo poco que tengo
a base de crueles mentiras y engaños,
ya dejé de creer en los cuentos
que hablan de realidades ficticias
y de un amor perfecto.
Le pegué una patada al reloj
para que dejara de mencionarme tu nombre,
apagué cada una de las estrellas
que iluminaban mis noches
cuando traté de ir a buscarte.
Deshice la maleta de sueños,
descargué la esperanza de mis intenciones,
me refugié entre miles de labios
sintiendo la desesperación
que es recordarte.
Me regalé entre los excesos
de las huellas de una botella vacía
y cuando menos lo esperaba,
mi almohada me menciona tu cuerpo
y me levanto sin poder hacer nada.
Aposté al sí o al no
asomándome al barranco de tus intenciones
sin hacerte mención entre mis versos
y dedicándote en mis desvelos,
las que son mis mejores canciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario