Me siento culpable
del sabor de los besos
que aún, no te he dado,
culpable de buscarte en otros labios,
de dibujarme en el frio de otro cuerpo
queriendo sólo el tacto de tus manos
y tus abrazos en mi silencio...
Me he quedado en el recuerdo
a solas conmigo
mientras tu ausencia
me recuerda haberte perdido.
Mi corazón esta noche,
ha bebido del último trago de tu voz
declarándose en huelga de sentimientos
hasta dar de nuevo con tu calor...
Finjo mi mejor sonrisa
pero sólo hay lágrimas en mi interior,
quiero tenerte a mi lado,
respirar del beso eterno que me prometiste,
no quiero que haya despedida en este vagón.
Maldigo esa primera tarde,
tu sonrisa, tu mirada
y maldigo mi absurda sin razón.
Por quererte y no poder decirlo,
por esta distancia,
por querer verte y no poder hacerlo,
por acariciarte entre mis sueños,
por regalarte mis versos,
por echarte de menos, por pensarte,
por guardar tu presencia en mi almohada
y por no dejar de recordar
cada susurro de tu voz...
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