No hallarán mis labios esos versos
con los que me envuelvo
cada noche entre sueños...
No hallarán mis noches esas lunas,
en las que su pecho,
pueda servirme como cuna,
no hallarán mis manos su cuerpo
pese a ser en la imaginación
el que esta noche me acompaña,
no hallaré mis palabras
en el cielo, hoy estrellado,
bajo el cual muere mi esperanza.
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